Instrucciones:
Primero debemos limpiar la superficie elegida (en caso de no se trate de papel o cartulina). Posteriormente, impregnamos el sello en la tinta transparente. Después estampamos el sello sobre la superficie y añadimos el polvo. Lo mejor de esto es que lo que nos sobre lo podemos volver a poner de nuevo en el tarro para posterior uso. Ahora ya podemos encender la pistola de calor, con la que aplicaremos temperatura a una distancia de poco centímetros y de manera homogénea. Aquí comprobaremos que el estampado cambia de composición, empieza a unificarse y a brillar. También veremos que comienza a producirse un efecto de relieve.
El resultado lo podéis ver a continuación:
Si deseáis encontrar este kit, podéis visitar el siguiente enlace: